Tu silencio no me mata,
y de amor tampoco muero.
Lo que entra por mis fueros
es vivir una cabalgata,
donde veo personajes
de muy mal, muy mal plumaje
que rondan por tu vida,
y, a mí esto me duele,
como si anduvieran por la mía.
Quería una vida tranquila
desde que era una chiquilla.
Ya no quiero más tequila
ni que vengas de madrugada
como si te escondieras
de tus padres que vigilan.
Se supone que soy tu amada.
Piensa que soy una persona
que vive, siente y ama
y, si no eres responsable,
quítate la máscara de ser amable.
Piénsatelo bien,
porque todo tiene su fin.
Pues el matrimonio es un paso,
pero el divorcio es otro.
Yo no puedo opinar,
pues yo me casé con una persona
y no con un hombre cosaco.
Y aquí estoy, en silencio,
esperando por un poco de tabaco.
Fumas el amor
que queda de los dos.
Bebes con ardor
de quien te da pasión
y yo, con todo dolor,
canto mi canción.
De un ser que se destruyó
al perder la ilusión.
Espero ser feliz,
pues, cuando una puerta se cierra,
hay otra diferente que se abre,
allá en algún lugar
donde inventaremos una nueva vida
y no al estilo compadre.
Le daré sentido al amor
Allá donde el silencio no mate,
porque ni por amor muero
ni muero de dolor.
Autor del poema: Francisco Morales Domínguez.
Fotografía: Nubia Méndez.
Copyright 2024.
Muchas gracias por la invitación!
ResponderEliminarMaravilloso poema!