En
una noche de luna,
invitada
a una fiesta,
una
amiga me llevó a bailar
y la
música empezó a sonar.
En la
oscuridad de la pista
vi
una luz al fondo,
eran
ojos rojos
que
no dejaban de mirar.
Él se
acercó a bailar
al
centro de la disco,
y
entre las luces yo sentí
un
dulce mordisco.
Mi
sangre empezó a cambiar,
el alma
me pidió guerra.
Sus
manos yo sentí
y me
envolvió su cuerpo.
Atrapada
en su calor
y el
ardor de su corazón
empezó
en mí a palpitar
el
verdadero deseo de volar.
Convertida
en vampira
comienzo
a despegar
al
sentirme querida.
El
vampiro se fue,
la
fiesta se acabó
y no
lo olvidaré.
Al
salir vi la luz
y no
me di cuenta
que
aunque lo quiera
ahora
soy vampira
y
tristemente muera.
¡La tortuga boba me recuerda levemente nuestra época! ¡Un trabajo! Jajaja ¡Todo un lujo!
ResponderEliminar